Guillermo Montalvo Fuentes-enviado
México DF, septiembre 23 de 2011.
Ausencia de apoyo familiar, esposos que solicitan el divorcio, sexismo y machismo por parte de los compañeros de trabajo, son algunos de los “altos precios” que deben pagar las mujeres que deciden ocupar puestos políticos en México, de acuerdo con Clara Scherer, coordinadora de comunicación del proyecto de la sociedad civil Suma.
Preguntar si el país está preparado para ser dirigido por mujeres, como presidentas municipales, gobernadoras o jefas del ejecutivo nacional, es algo intrascendente, así lo dijo la especialista en estudios de género, para quien, lo importante, son las capacidades.
“Las diferencias no deben ser traducidas como desigualdades, además, impulsar la participación política de las mujeres es algo que beneficia a todas y todos”.
Según datos del Instituto Nacional de las Mujeres, en la Cámara de Senadores, de los 128 integrantes, 30 lugares están representados por mujeres, lo que significa 23.4 por ciento; en la Cámara de Diputados, 28 por ciento de la representación corresponde al sexo femenino, es decir 140 de los 500 escaños.
El acceso de las mujeres a presidencias municipales es de 4 por ciento, y en el caso de las sindicaturas y regiduras es de 17.6 y 32.6 por ciento respectivamente, de acuerdo con datos de 2009.
Ante esta situación, Scherer subrayó la importancia de impulsar el empoderamiento de las mujeres para incrementar su participación en puestos políticos, por lo que habló de Suma, proyecto plural coordinado por cinco asociaciones civiles: Equidad de Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia; Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir; Mujeres Trabajadoras Unidas; Inclusión Ciudadana; y Liderazgo, Gestión y Nueva Política.
El proyecto, financiado por ONU Mujeres con un monto de 26 millones de pesos, tiene el objetivo de impulsar, durante tres años y en 10 estados de la República Mexicana, a mil 500 mujeres dispuestas a participar políticamente como candidatas a presidentas municipales, regidoras, síndicas, legisladoras locales o federales.
Se trata de un programa que busca capacitar a mujeres de Michoacán, Jalisco, Sonora, San Luis Potosí, Nuevo León, Chiapas, Veracruz, Oaxaca, Chihuahua y Puebla, mediante foros de sensibilización sobre las oportunidades y retos de las mujeres para su participación en la toma de decisiones.
Scherer recordó que Suma ha podido implementar este programa luego de que ganara en 2009 una convocatoria lanzada por el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer, ahora ONU Mujeres, para financiar proyectos de cualquier parte del mundo que tuvieran como objetivo empoderar a las mujeres política y económicamente.
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