Experto: sustituyen niños y adolescentes el contacto físico por el virtual
Lunes 5 de septiembre de 2011, p. 2
Aun cuando la masificación de Internet y los teléfonos móviles tiene apenas poco más de una década, millones de personas no conciben hoy la vida sin conectarse diariamente a una red social, chatear a través del teléfono inteligente, conseguir algún dato en Google, bajar música a su reproductor portátil, buscar alguna calle de la ciudad por el GPS o escapar del alcoholímetro gracias a tuits. Sin embargo, el uso de estas tecnologías puede generar gran dependencia.
El caso de Soyer, roquero de 32 años, es sólo uno de los miles que muestran las ventajas y desventajas del uso de estas tecnologías: en 1994 dejó de saber de sus compañeros de la secundaria cuando se graduó y hace poco, gracias a Facebook, los rencontró.
“Me enteré de una reunión que organizaban. La cita fue un viernes en un restaurante de la colonia Roma. Abrazos, sonrisas y anécdotas acompañaron la velada. Era igual a las fiestas de hace casi 20 años, salvo por una diferencia: noté que de repente muchos se clavaban en su celular chateando, enviando mensajes, haciendo llamadas e incluso algunos volteaban a verlo constantemente, era como una inercia”, relata.
Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han transformado al mundo, afirma Mario Revilla Basurto, profesor de teoría de la comunicación en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). “Amplían las posibilidades e interacciones de la comunicación, pero también dependen de cómo y para qué la usamos. Muchas personas no se desprenden de ellas. Y el tiempo que dedicamos al uso de estos aparatos es tiempo que le quitamos a otras actividades. Si estoy mandando mensajitos o chateando mientras me tomo un café con un amigo, le quito tiempo a mi relación con esa persona. Hoy nos tenemos que administrar entre la interacción cara a cara y la interacción a través de Internet.”
Gracias a las TIC, actualmente el flujo de información es horizontal y muy rápido, lo cual ha sido aprovechado por varios sectores: negocios, medios de comunicación, actores sociales, organizaciones civiles, escuelas y universidades, entre otros. Sin embargo, argumenta Revilla, una de las grandes contradicciones
de esta herramienta es que hoy cualquier persona puede subir cualquier contenido sin someterlo a un proceso de evaluación de calidad y pertinencia. Lo que encontramos en la red puede volverse redundante.
Las TIC han generado una revolución en la manera de comunicarnos e informarnos; sin embargo, en México su uso se limita mayoritariamente a la interacción con otros y al entretenimiento.
El estudio más reciente de la Asociación Mexicana de Internet (Amipci), titulado Hábitos de usuarios de Internet en México 2010, revela que en el país existen 34.9 millones de usuarios de esta tecnología (51 por ciento son hombres y 49 mujeres).
De este total, 90 por ciento aseguró que su principal actividad en la web es enviar y recibir correos electrónicos; 75 por ciento usa mensajeros instantáneos, 68 por ciento descarga o ve fotografías y videos, 61 por ciento entra a las redes sociales, 38 por ciento envía postales electrónicas, 33 por ciento sube fotos y videos a sitios electrónicos para compartirlos, 22 por ciento accede, crea o mantiene páginas propias, 21 por ciento lo hace en blogs; mientras 14 por ciento busca pareja por este medio.
María Santos Corral, especialista en tecnología y cultura de la información del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, subraya que Internet ofrece infinidad de opciones, aunque su uso depende de las capacidades tecnológicas y la formación de los internautas
.
Las redes sociales han cobrado gran auge en México. El país, dice, ocupa el primer lugar de usuarios de Facebook en América Latina, con 25.6 millones y es el sexto a escala mundial –el listado es encabezado por Estados Unidos, con 150 millones–; además existen 21 millones de cuentas de Twitter. De acuerdo con la encuesta de la Amipci, 60 por ciento de los usuarios de la web acceden diariamente a una red social.
Son varios los usos que los mexicanos damos a Internet: como medio de comunicación, entretenimiento y para buscar información, pero existe una tendencia a la trivialización en los contenidos. Los nativos digitales (personas que nacieron cuando ya estaba la tecnología digital) le dan un uso amplio, pero podría explotarse aún más
, a través de aulas virtuales, educación a distancia, aprendizaje de idiomas, culturas, entre otros, señala.
Internet es un espejo del usuario, es lo que tú quieres que sea. Si no tienes claro qué buscas, qué necesitas y para qué, pierdes mucho tiempo. Si la utilizas con un objetivo determinado resulta ser una gran plataforma. Puedes hacer negocios, te ofrece acceso a todo el mundo, a idiomas, cultura, conocimientos, tradiciones, música casi imposible de conseguir. Pero si nuestro mundo es demasiado pequeño, nuestros horizontes en la red serán así
, asienta Gabriel Ramírez, quien se dedica a la comunicación desde hace más de una década.
Recompensar insatisfacciones
Los datos de la Amipci revelan que en el país Internet es utilizada sobre todo por jóvenes. De los 34.9 millones de internuatas mexicanos, 27 por ciento (9.4 millones) tienen entre 12 y 17 años, 23 por ciento (poco más de 8 millones) están entre 18 y 24 años de edad y los usuarios de 25 a 34 años son 17 por ciento (5.9 millones). Diez por ciento tienen de seis a 11 años; 12 por ciento, de 35 a 44 años; 7 por ciento, de 45 a 54, y los mayores de 55 años llegan a 4 por ciento.
Estudios realizados a escala mundial han revelado que Internet, al igual que algunas sustancias adictivas, puede ser para muchas personas un escape de la realidad, ya que recompensa insatisfacciones que se tienen en el mundo real; incluso, para algunos usuarios conectarse más de dos horas diarias supone riesgos, debido a sus perfiles sicológicos.
Saúl, adolescente de 14 años, es un chico muy popular en las redes sociales. Hasta ahora tiene casi 2 mil amigos en Facebook, pero prácticamente no conoce a ninguno en persona. Paradójicamente le cuesta mucho trabajo mantener relaciones personales afectivas. “En la escuela no hablo con nadie, sólo tengo un amigo, el resto me cae mal. En el Face soy distinto, es como si fuera otro, me siento aceptado, chateo con muchos amigos y me divierto, la paso casi todo el día conectado.”
La investigadora del IIS de la UNAM sostiene que las redes sociales han modificado la manera de socializar, pues muchas personas prefieren esta interacción a la personal. Los chavos están prendidos todo el tiempo para enterarse de lo que hacen sus pares y para actualizar sus perfiles, incluso manejan sus propios códigos de comunicación. Pero debemos estar conscientes de que los amigos de Facebook realmente no lo son; se trata de contactos con quienes se comparte cierta información y que sólo conocen lo que nosotros queremos y viceversa; no damos a conocer todo de nosotros
.
Rodrigo, Pakis y Víctor, de 13 y 12 años, no sólo ingresan a Internet para ver videos, chatear, visitar Facebook o hacer trabajos escolares. La usan además para otros intereses: a los dos primeros les gusta tocar la guitarra, por lo que mucho de su tiempo en línea lo dedican a buscar información de guitarristas, grupos de rock y guías para practicar y aprender a tocar. Víctor se inclina por la fotografía (su papá es fotógrafo) y muchos de sus portales favoritos son de noticias y agencias fotográficas.
Emilio Reyes tiene tres años, y aún no conoce las letras, pero es capaz de entrar a sus juegos favoritos en red. Sabe encender la computadora, cómo conectarse, qué caracteres teclear para acceder a los juegos en línea. Mientras juega presiona teclas y manipula el mouse.
También entra a Discovery Chanel y a Youtube. Aún no va a la escuela, pero gracias a Internet ya conoce algunos números y letras
, narra Verónica, madre del menor. Agrega que si bien ha visto que el uso de la computadora ha beneficiado a su hijo, cuida que su entretenimiento no sólo sea virtual. Aunque a veces no quiere, lo llevo a la calle, al parque y con otros niños para que aprenda a convivir fuera de casa
.
Cuando era chavito lo normal era que después de la escuela nos echáramos una cascarita en el parque o en la calle; después regresábamos solos a casa. Hoy los padres ya no permiten que sus hijos lo hagan, por la inseguridad. Los niños y adolescentes de hoy no tienen posibilidad del contacto físico y lo han sustituido por el virtual. No sólo son las TIC las que han alejado al ser humano del acercamiento físico; también las circunstancias
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