La educación en México ha dejado de ser un factor determinante de movilidad social, debido, entre otras razones, a que la economía nacional juega un papel periférico en el escenario mundial y para ello le basta absorber cuadros con los niveles educativos más elementales, sostuvo el presidente del Consejo Mexicano de Investigación Educativa (Comie), Hugo Casanova.
En relación con el reciente reporte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el cual señala que en nuestro país es mayor el desempleo entre quienes tienen un título universitario en comparación con quienes sólo cursaron primaria o secundaria, indicó que esto ratifica que se tiene un modelo de desarrollo económico que no reconoce y no es capaz de asimilar a los egresados del sistema educativo, en particular a los que cuentan con estudios profesionales y mucho menos a los de posgrado.
El investigador del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) enfatizó que no hemos logrado desarrollar una economía de alcances y niveles de competencia en la que aprovechemos a los cuadros con calificaciones mejores. Esta idea se aplica en un modelo que arranca en los esquemas macroeconómicos de la modernización de los años 80 y que ha dejado anclado a México en un papel subordinado ante los grandes centros de poder económico y político
.
Pese al bono demográfico, el país ha desaprovechado una oportunidad histórica para articular a sus jóvenes al mundo productivo, así como proyectar a sus niños y jóvenes como ciudadanos de cara al futuro: No tenemos estímulos suficientes, no hay una política contundente de apoyo a la educación superior
.
No obstante, subrayó, la educación superior sigue siendo el espacio por excelencia para la emancipación de los individuos y de la sociedad
, por lo que es fundamental devolver el peso a la enseñanza como un espacio que nos dignifica y una de las condiciones indispensables para la superación de los problemas de México del siglo XXI.
Por su parte, la también investigadora del IISUE Catalina Inclán consideró que la educación superior dejó de ser un mecanismo de movilidad social y se ha convertido en un refugio
de sobrevivencia de los jóvenes, quienes durante sus estudios y a su egreso no encuentran otras opciones. También se ha dicho que es un gran estacionamiento
, refirió.
Muchos alumnos que ingresan al posgrado dicen que lo hacen más bien por tener una beca –que incluso les resuelve la situación familiar– o porque no tienen trabajo.
Lo anterior se vincula con la apuesta del gobierno a un modelo económico que ha dañado a grupos en específico
. Pese a ello, no se ven atisbos de que el esquema cambiará, porque no se vislumbran perspectivas de desarrollo económico, agregó.
Si se pretende elevar el nivel educativo, pero no generar espacios donde estos jóvenes se inserten en el mercado laboral, se genera una crisis, dijo.
Hoy día, los estudiantes que ingresan a educación superior saben que su futuro no es tan claro y que, sin embargo, es la ventana para tener una formación profesional, concluyó
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