La Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados aprobó ayer una reforma a la ley federal para prevenir y sancionar la discriminación, con la finalidad de evitar la mofa a las personas de talla pequeña
y garantizarles empleo digno, así como accesibilidad a edificios y transporte público.
Después de un amplio debate sobre la definición que debería usarse en la exposición de motivos y el articulado, la comisión decidió cambiar el término enanismo por talla pequeña, para aprobar la reforma al artículo 13 bis de la citada ley, que sancionar la discriminación a personas de baja estatura, cuando el promedio nacional es de 1.6 metros en hombres y 1.5 en mujeres.
La diputada Diva Hadamira (PRI), quien presentó la iniciativa, afirmó que esta reforma busca terminar con una de las dos principales causas de discriminación hacia las personas desde su infancia: “en la escuela, hay siempre dos apodos: ‘el último es vieja’ y ‘enano o chaparro’. Y a los enanos sólo los contratan para el circo y ésa es la peor de las discriminaciones”.
La iniciativa planteaba sancionar la discriminación a los mexicanos con acondroplasia –variedad de enanismo caracterizada por la cortedad de piernas y brazos, con tamaño normal del tronco y de la cabeza y desarrollo mental y sexual normales
–; sin embargo, integrantes de la comisión expresaron que ello limitaría la protección a personas con enanismo y plantearon que lo más conveniente sería incluir un término general.
Enoé Uranga expuso que dejar explícito el enanismo obligaría a la comisión a incluir un largo listado de discriminación por apariencia, de si somos gordos o flacos
.
Además, en la discusión también se expuso que no sólo las personas de talla pequeña sufren discriminación, sino también quienes tienen un crecimiento extraordinario. Incluso se planteó incorporar el gigantismo como forma de discriminación e incluir en la redacción del dictamen el término acromegalia, enfermedad crónica debida a un exceso de secreción de hormona de crecimiento por la hipófisis, y que se caracteriza por un desarrollo extraordinario de las extremidades
.
La diputada María del Carmen Guzmán (PAN), médica de profesión, argumentó que introducir en el dictamen otra clasificación a la iniciativa desvirtuaría el sentido de la reforma y que combatir la discriminación por gigantismo implica otro cambio a la misma ley.
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