viernes, 22 de abril de 2011

Los migrantes son blanco del gobierno y de narcotraficantes, dice activista de AI

Los migrantes son blanco del gobierno y de narcotraficantes, dice activista de AI

Pide el religioso a Felipe Calderón reconocer el fracaso de su política en materia de seguridad

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Migrantes realizan un Viacrucis en las vías de ferrocarril en Chahuites, OaxacaFoto Víctor Camacho
Hiram Moreno
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 22 de abril de 2011, p. 10

Arriaga, Chiapas, 21 de abril. Los migrantes están entrando en un país en guerra donde son el blanco tanto del gobierno como del narcotráfico, donde también los mexicanos son las víctimas, señaló Rubén Figueroa, defensor de Amnistía Internacional, en el contexto de la octava estación del Viacrucis que representa un grupo de centroamericanos.

El activista anunció el inicio de un fortalecido movimiento de resistencia y lucha, para evitar que el Instituto Nacional de Migración (INM) instale otras cuatro garitas en Chiapas, que colocaría a este estado con más módulos de este tipo en América Latina. Será una lucha social de todos los migrantes de México y Latinoamérica, refirió.

El sacerdote Heiman Vázquez, responsable de la casa del migrante Hogar de la Misericordia, pidió al presidente Felipe Calderón reconocer el fracaso de su política en materia de seguridad, que ha llenado de sangre y luto miles de hogares en el país, que admita que ya no gobierna muchos estados del norte ahora fallidos.

Instó al mandatario a escuchar a la sociedad y convocar a un diálogo de confianza y de iguales para que juntos se encuentre una solución, porque solo no va a poder, y no podrá porque muchos políticos de alto rango están coludidos con la delincuencia organizada.

También llamó a los líderes del crimen organizado como Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada, así como a Los Zetas; a no atentar contra los migrantes que son el grupo más vulnerable y sólo atraviesan el país en busca de una vida mejor.

“Es injusto quitarle la vida a cualquier persona, y más a gente inocente que no tiene vínculos con el narco ni la delincuencia. Son quienes sufren las injusticias de un sistema económico que los ha empobrecido y no les da oportunidad de una vida digna.

Los migrantes son gente vulnerable y es injusto que se les secuestre, torture y se les prive de la vida; no puedo darle un nombre a esto que está pasando en el país, apuntó.

Heiman Vázquez calificó de vergonzoso que Calderón diga que los responsables de las masacres son los delincuentes, cuando el gobierno es quien tiene que garantizar la seguridad de todos; hoy sabemos de la liberación de 68 secuestrados, pero seguramente hay muchos más.

Al término de la representación de la octava estación en las vías del ferrocarril de Arriaga, Chiapas, los migrantes, que ahora son más de 20, recolectaon dinero para pagar su pasaje y continuar el llamado Viacrucis rumbo al Istmo de Tehuantepec.

De su lado, Elvira Arellano, de la organización Familias Unidas sin Fronteras, pidió por los centroamericanos que no quieren que se les secuestre, que se les golpee o que se les maltrate, situación que no entienden los diputados que tienen secuestrada la ley de migración en el Congreso.

Carlos Daniel Santos Maldonado, joven hondureño que representa a Jesucristo en el Viacrucis del migrante, con el rostro empapado de sudor llegó cargando su cruz a las dos de la tarde a la estación de Chahuites, Oaxaca, punto de alto riesgo para el paso de los indocumentados. Cansado, se dejó caer y emocionado se dijo orgulloso de cargar la cruz.

No me da pena porque Jesucristo también la cargó. Confía además que este movimiento y representación del Viacrucis sirva para concientizar a las autoridades mexicanas para no criminalizar la migración, para que se les deje de perseguir, asaltar, violar y matar, porque no somos animales para que nos traten así.

En el poblado de La Ventosa, agencia municipal de Juchitán, donde se ubica la garita más importante del Istmo, los migrantes dejaron el autobús que les facilitó el presidente municipal de Chahuites y la procesión continuó a pie.

Alejandro Solalinde Guerra, responsable de la casa Hermanos en el Camino, de Ciudad Ixtepec, esperó al grupo de migrantes, acompañado del sacerdote Francisco Sánchez Hernández, director de la Universidad Pontificia de México, y junto con activistas y religiosos cruzaron la garita orando.

En Juchitán, Oaxaca, siguieron por la calle principal desde la entrada a la ciudad hasta las oficinas de la agencia del Ministerio Público del fuero común, donde realizaron una manifestación de protesta por la falta de justicia para los migrantes asaltados, violados, golpeados y asesinados.

En ese lugar, quien escenifica a Cristo fue despojado de sus ropas, para colocarlas a la entrada de la agencia del Ministerio Público como una manera de protesta por la corrupción y complicidad que existe entre policías y delincuentes en Oaxaca.

Solalinde lamentó que exista tanta corrupción e impunidad entre las personas encargadas de impartir justicia y recordó que en varios casos donde han presentado a migrantes asaltados, agentes estatales de investigación han sido señalados de manera directa, pero nunca se ha procedido contra los policías asaltantes.

El sacerdote Francisco Javier Sánchez Hernández comentó que para cambiar la situación que vive el país es necesario que Calderón tenga menos soberbia y escuche más el clamor popular, porque la gente ve una cosa y el gobierno anuncia otra, pero no solamente basta con que vea y escuche el clamor popular, sino también que lo acepte.

La procesión continuó hacia el municipio de Ciudad Ixtepec, Oaxaca, donde pernoctaron y este viernes terminarán el recorrido en la casa Hermanos en el Camino, donde representarán la crucifixión de Jesucristo, en un país en guerra, donde todos somos víctimas de la violencia

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