María Elena Diez de Sollano, esposa del vicepresidente de la Cámara de Diputados, Francisco Javier Salazar Sáenz (Partido Acción Nacional), agradeció la gestión que le facilitó exponer sus pinturas, las de su madre y su hijo, que ocupan todo el vestíbulo de San Lázaro, en contraste con la obra de la pintora Rosana Velasco Lino, cuyos cuadros se montaron en un pasillo.
Lo que hago es mostrar un don que he recibido, pero que no es mío, sino es de la humanidad
, dijo la señora Diez en la inauguración de la muestra de los familiares del panista, vinculado a El Yunque, y que utilizó recursos de la Cámara para una exposición de carácter personal.
Salazar Sáenz no sólo empleó su posición en la mesa directiva para que los lienzos fueran colocados en el vestíbulo, sino también para que la muestra Tres generaciones de pintura clásica mexicana fuera inaugurada por el presidente de la Cámara, Jorge Carlos Ramírez Marín (Partido Revolucionario Institucional), y el vicepresidente, Jesús Zambrano (Partido de la Revolución Democrática).
Ante amigos de ella y de su marido, Diez de Sollano se ufanó de sus obras y las de su hijo, Francisco Javier Salazar Diez, quien es presidente de la Comisión Reguladora de Energía
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