La autorregulación presenta resultados muy pobres de las empresas, advierte Ángel Toscano
Nuevo reglamento no permitirá promocionar falsos atributos de los suplementos dietéticos
Domingo 20 de febrero de 2011, p. 37
La autorregulación en la publicidad de alimentos dirigidos a los niños ha funcionado en parte. Alrededor de 25 por ciento de las empresas que se adhirieron al Código Pabi, vigente desde 2008, no lo han cumplido. El resto de las empresas han realizado cambios, algunos de ellos significativos, aunque con fluctuaciones en periodos vacacionales, advirtió la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Por eso la importancia de actualizar el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Publicidad, vigente desde hace 10 años. El proyecto presentado en días pasados por la Cofepris a las industrias de alimentos, bebidas, medicamentos y de publicidad, entre otros, propone prohibir mensajes que exploten la imaginación de los infantes o creen expectativas inalcanzables. Tampoco deben generar una sensación de urgencia por adquirir el producto o un sentimiento de inmediatez o exclusividad al comprarlo.
Aunque en la presentación del documento, el comisionado Miguel Ángel Toscano mencionó que se prohibiría el uso de personajes populares para la promoción de alimentos infantiles, en el texto no aparece dicha restricción, como sí aparece en el apartado relativo a los medicamentos.
Limitar regalos
Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, señaló la necesidad de que dicha limitante también se aplique a la publicidad dirigida a los niños y que se incluya la prohibición clara de estrategias mediante las cuales se ofrezcan regalos a los pequeños si a cambio consumen determinados alimentos.
En cuanto a los productos milagro, suplementos alimenticios cuya publicidad sugiere falsamente que favorecen la pérdida de peso corporal, controlan enfermedades como diabetes, artritis o disfunción eréctil, entre otros, la propuesta pretende prohibir la mención de dichos atributos. Los anuncios se deberían limitar a referir las aportaciones de los nutrimentos que contienen esos productos y nada más.
En los próximos 40 días, la Cofepris recibirá las opiniones de los diferentes sectores involucrados en el tema, en lo que será una primera consulta, con la finalidad de que durante el periodo de comentarios, que se abrirá cuando el proyecto se presente a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer), ya exista un consenso general en torno a la propuesta.
Respecto al Código de Autorregulación de la Publicidad de Alimentos y Bebidas dirigidas al Público Infantil (Pabi), Toscano reiteró su rechazo a participar de dicho acuerdo, suscrito de manera voluntaria entre la industria de alimentos y la Secretaría de Salud (Ssa). Destacó que aunque ha habido modificaciones en los anuncios comerciales, a dos años de vigencia del código, éstas todavía resultan insuficientes.
Disminuye la lactancia
Otro caso es el de las fórmulas para lactantes, sobre las cuales también existe un convenio entre los industriales y la Ssa que no ha sido cumplido, a pesar de la problemática señalada por las autoridades sobre la disminución que ha registrado la lactancia materna y los efectos negativos que ello provoca en la salud de los niños.
El proyecto de reglamento de publicidad plantea que los comerciales de sucedáneos de leche materna deben fomentar la lactancia e indicar expresamente que los sustitutos se recomiendan únicamente cuando hay ausencia de la madre o incapacidad de ésta para alimentar al recién nacido, por requerimientos terapéuticos o si los bebés presentan intolerancia a la leche materna
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