El grupo delictivo sinaloense, el de los Beltrán Leyva, el de Acapulco y La Familia Michoacana, entre los afectados
Capos ultimados en operativos, traiciones y nuevos acuerdos completan el panorama
Lunes 20 de diciembre de 2010, p. 9
Por primera vez en casi una década el cártel de Sinaloa enfrenta la pérdida de uno de sus verdaderos líderes, Ignacio Coronel Villarreal, y la sociedad de conveniencia con La Familia Michoacana provocó la escisión de Los Valencia. Pero el caso de esa organización no es único, ya que en los pasados 12 meses el panorama de los grupos dedicados al tráfico de drogas en México ha sufrido transformaciones.
De acuerdo con funcionarios del Gabinete de Seguridad Nacional, el cártel de los Beltrán Leyva, que también se conoce como cártel del Pacífico Sur, se dividió tras la muerte de Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, y la facción de Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, dio origen al Cártel Independiente de Acapulco (Cida). Actualmente los Beltrán Leyva han reducido su presencia ante la pérdida de sus principales operadores: La Barbie y Sergio Villarreal, El Grande.
La información obtenida refiere que esta organización sostiene disputas con el cártel de Sinaloa, grupo del que formaran parte como operadores financieros y de trasiego de drogas, así como jefes de sicarios hasta 2008, cuando supuestamente El Chapo Guzmán entregó a las autoridades a Alfredo Beltrán, El Mochomo. Los estados donde el grupo sinaloense y los Beltrán Leyva se disputan las plazas son Morelos, Sinaloa, Guerrero y Durango.
En tanto, La Familia Michoacana perdió a su ideólogo y líder principal, Nazario Moreno González, El Chayo, el pasado 9 de diciembre, y la organización comenzó su restructura colocando a Jesús El Chango Méndez al frente y como segundo a Servando Gómez Martínez, La Tuta.
De acuerdo con las fuentes consultadas, el asedio al que está sometida esta organización en su principal bastión, Michoacán –con énfasis en la zona de Apatzingán–, ha provocado que algunos de sus territorios hayan comenzado a ser ocupados por otros grupos rivales como el Cida y Los Zetas.
Por otra parte, el cártel del Golfo vive una recomposición tras la muerte en noviembre pasado de Ezequiel Cárdenas Guillén, Tony Tormenta, ocurrida en la ciudad de Matamoros, y Los Zetas han ampliado sus posiciones en Tamaulipas.
La organización tiene una dirigencia compartida entre Jorge Eduardo Costilla, El Coss, y los hermanos Mario y Homero Cárdenas Guillén.
Respecto de estas recomposiciones y la situación que vive el cártel sinaloense, el procurador general de la República, Arturo Chávez Chávez, dijo en días pasados: “En lo que se refiere al cártel de Sinaloa, efectivamente ese grupo ha sufrido bajas muy importantes, entre ellas la de Ignacio Coronel, en Guadalajara, y lo que sabemos es que eso produce escisiones y hay un grupo delictivo identificado con el que fue el cártel del Milenio, de Los Valencia, que no está de acuerdo en la forma como está evolucionando la organización delictiva y consecuentemente está entrando en conflicto con ella.
“Entonces, la definición… yo no tengo información de que esté concluida, de quién se queda en lugar de Ignacio Coronel... lo que sí es evidente es que hay pugnas internas dentro de ese cártel e insisto en que esto genera que se incremente la violencia en esa entidad, pero también desde luego un debilitamiento importante en lo que es la estructura criminal.”
Asimismo, el procurador apuntó que las autoridades mexicanas han dado seguimiento a los señalamientos que ha realizado el arzobispo de Durango, Héctor González, en torno a Joaquín El Chapo Guzmán Loera:
Desde luego que cada información que se tiene se analiza primero, luego se pasa a ver si tiene visos de credibilidad y posteriormente se realizan operativos buscando detener al delincuente; las manifestaciones del señor arzobispo han sido analizadas y han motivado una serie de operaciones sobre este particular, que desafortunadamente no han tenido éxito.
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