Continúan conferencias sobre el papel de la institución en la historia
Jueves 11 de noviembre de 2010, p. 27
La década de los 80 del siglo pasado generó cambios determinantes en el país, y esos movimientos también se reflejaron en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), organismo que fue al mismo tiempo espejo y motor del desarrollo fuera de las aulas.
Los diferentes sucesos que tuvieron lugar durante esos años fueron analizados desde diversos puntos de vista durante la sesión vespertina de la serie de conferencias La UNAM en la historia de México, que continuó ayer en la Facultad de Química.
En dicho espacio se analizaron los sucesos ocurridos en el país durante los 80, la llamada década perdida
, y la manera en que la crisis económica que estalló en los años iniciales de ese periodo impactó en la educación superior.
Leonardo Lomelí Vanegas, director de la Facultad de Economía de la UNAM, presentó un resumen detallado de cómo se inició una prolongada etapa de estancamiento a partir de 1982, cuando el gobierno comenzó a instrumentar las políticas neoliberales que continúan hasta la fecha, pasando del proteccionismo a la apertura más brusca.
Con la caída internacional de los precios del petróleo y el alza de las tasas de interés, sumadas a la explosión demográfica y al crecimiento cada vez más acelerado de las ciudades, las perspectivas optimistas de México se esfumaron y empezó una relación difícil con Estados Unidos, a causa de la migración y el auge del narcotráfico.
El politólogo y abogado Fernando Pérez Correa hizo un recorrido sobre los movimientos y restructuraciones que dicho panorama creó en la máxima casa de estudios, durante los rectorados de Guillermo Soberón y Octavio Rivero.
A pesar de todos los factores en contra, en ese periodo empezó a gestarse el carácter masivo de la universidad y se produjo una reforma administrativa para repartir el trabajo de gestión entre nuevas secretarías generales.
A su vez, la abogada María del Refugio González habló del desempeño de Jorge Carpizo McGregor como rector, de quien destacó su voluntad por ampliar la infraestructura de la UNAM en todas las áreas, y las reformas que promovió en el acceso a cargos directivos.
Imanol Ordorika, politólogo y ex integrante del Consejo Estudiantil Universitario (CEU), recordó las circunstancias que dieron lugar a dicho movimiento, que se opuso al alza de cuotas en la universidad y pugnó por democratizar la toma de decisiones dentro de la misma.
La UNAM, señaló, sigue en gran medida sujeta a las mismas estructuras verticales de toma de decisiones que la rigen desde sus inicios, y por tal motivo llamó a que en estos días se continúe la lucha –triunfante en 1986– por hacer que en la universidad los académicos adquieran un papel cada vez más relevante
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