Truena la arquidiócesis contra posible aval de la Corte a adopciones por parejas gay Carolina Gómez Mena

Los niños no son mascotas, tienen derecho a tener padres normales

Truena la arquidiócesis contra posible aval de la Corte a adopciones por parejas gay

Carolina Gómez Mena

Periódico La Jornada
Sábado 14 de agosto de 2010, p. 14

Ante la posibilidad de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) avale las adopciones de niños por parte de parejas homosexuales, Hugo Valdemar Romero, vocero de la arquidiócesis de México, precisó que los ministros deben entender que los niños no son mascotas, no se trata de adoptar a un perro, tienen derecho a tener padres normales y su derecho a ello prevalece sobre los de estas parejas que a todas luces son irregulares y no corresponden a la naturaleza.

Aparte, el obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, señaló que no se entiende por qué los ministros reciben sueldos tan altos cuando muchas de sus determinaciones ni hacen justicia ni llegan al fondo del asunto y sólo se limitan a determinar si algo se apega o no a la Constitución.

Los ministros no cuestionan el fondo del asunto: si es conforme a la naturaleza o no una boda gay; si es verdadero o falso ese matrimonio: si es justo o injusto que un niño y una niña tengan un padre y una madre. Se reducen a declarar si eso es conforme o no a la ley del país. ¡Tanto sueldo para eso!

Valdemar señaló que debe haber una valoración científica de las afectaciones a la personalidad de los menores, pero insistió en que debe ser el sentido común el que prevalezca, pues además de que los infantes pueden tener problemas sicológicos serán discriminados por sus pares.

Hay que darse cuenta de los terribles daños sicológicos que van a tener estos niños y de la discriminación de que van a ser objeto por otros niños; los niños son muy francos y duros. Además los ministros saben que el derecho superior es el de los niños y no el de la pareja homosexual. Esta es una iniciativa perversa. Si se les pudiera preguntar a los niños si quieren tener unos padres así, no optarían por ese tipo de familia.

Arizmendi sostuvo que dado que la Corte no imparte justicia su nombre debería ser cambiado a Suprema Corte de Legalidad, o de Constitucionalidad y que entre los casos en que sus determinaciones no llegaron al fondo del asunto ni respondieron a la justicia están el del aborto, bodas gay y la liberación de homicidas de Acteal