Hace algunos días se dieron a conocer, en el noticiero radiofónico de la periodista Carmen Aristegui, nuevas grabaciones telefónicas; ahora del gobernador de Oaxaca Ulises Ruiz, en las que salen a relucir, entre otras inmundicias, los nombres del periodista y director del periódico Milenio Carlos Marín, así como de la empresa Radio Fórmula, en torno a un presunto convenio ilegal que tendrían éstos y el gobierno de Oaxaca para cercar mediáticamente al candidato de oposición a la gubernatura de dicho estado, Gabino Cué.
Carlos Marín intentó defenderse, desde su columna en Milenio, arremetiendo, no contra Ulises Ruiz o Raúl Castellanos que son quienes lo incriminan en las grabaciones, tampoco contra los posibles autores de éstas, en donde figura como principal sospechoso el Gobierno Federal; sino contra el historiador Lorenzo Meyer quien desde su posición de analista, en una mesa de debate del mismo noticiero con Aristegui, (tal vez el único medio no involucrado donde se discutió abiertamente tan importante tema) cometió “la impudicia” (según Marín) de opinar libremente respecto a lo que ahí se escuchaba. Al parecer Marín, inocente, esperaba que el historiador hiciera lo mismo que sus colegas oficialistas, que borraron o minimizaron el hecho de sus páginas y micrófonos, a costa del derecho a la información de los ciudadanos. Y así, fiel a su estilo bravucón, el director de Milenio amenazó a Meyer: “Espero tengas la honradez y amabilidad de disculparte ahora, y no la cachaza de aguardar hasta que un juez te obligue a hacerlo.”Lorenzo Meyer desde los mismos micrófonos, respondió impasible que no encontraba razón para disculparse, mientras que el investigador Sergio Aguayo y Carmen Aristegui, pidieron públicamente que sean incluídos sus nombres en la cacareada demanda, apoyando honrosamente al historiador.
Para muchos de quienes intentamos vivir informados, esta grabación no hace más que confirmarnos lo que ya antes nos era evidente: Existe una poderosa camarilla en los medios de comunicación que responde articuladamente a los intereses de nuestra ignominiosa clase política, misma que agradece los favores recibidos con contratos de publicidad, concesiones y prebendas personales. Esa misma clase política que tiene a este país sumido en una situación deplorable en términos de seguridad, econonomía y especialmente de Estado de derecho. Formando con ello, un perverso binomio en donde su ganar-ganar ha sido el perder-perder de la gran mayoría de los mexicanos.
En tanto, creemos que así como Carmen Aristegui y Sergio Aguayo decidieron apoyar a Lorenzo Meyer solicitando sean incluidos en la absurda demanda, nosotros, el público que vemos violentado día con día nuestro derecho de acceso a la información, debemos hacer lo mismo y pedirle al servil periodista que tras los nombres de Meyer, Aristegui y Aguayo, agregue en su demanda, los de los ciudadanos que firmamos este documento.
https://spreadsheets.google.com/viewform?formkey=dFpSaV9RSnp1aEo0cVBXUDJQc0YwYXc6MQ&ifq
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