Sábado 19 de junio de 2010, p. 5
En el caso de los niños acribillados en un retén militar el pasado 3 de abril, el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, defendió la confidencialidad de las averiguaciones previas, pero admitió que hacen falta protocolos para conservar la escena del crimen.
En su recomendación, la CNDH hizo referencia a esa alteración del lugar de los hechos, a lo que el secretario Gómez Mont respondió que en todo caso se debe a falta de entrenamiento, no a dolo o mala intención
.
No se puede revelar esa información a la CNDH
, organismo que lamentó no haber tenido acceso a toda la información del caso durante la elaboración de la recomendación en la cual señaló que los niños Bryan y Martín Almanza –de cinco y nueve años– recibieron balas disparadas por las armas de los soldados. El funcionario dijo que se debe valorar la recomendación de la CNDH bajo la apreciación de que no cuenta con todas las versiones involucradas.
En la valoración que se haga de esa recomendación se tiene que reconocer que está descontextualizada; es cierto que parte de ese problema es que no pueden conocer las indagatorias que hace la autoridad en este tipo de investigaciones y que así lo ha dispuesto la ley, es cierto
, señaló.
En conferencia de prensa aseveró que las procuradurías general de la República y de Justicia Militar, así como las fuerzas armadas están generando protocolos hacia una cultura de respeto a la escena del crimen y facilitar así la labor de las investigaciones.
Sobre la conclusión de la CNDH de que los militares alteraron la escena del crimen, Gómez Mont dijo que en las movilizaciones posteriores a los choques violentos se afecta en buena medida las escenas del crimen. Tienen que tener claro que ya no están expuestos los que están en esos lugares al fuego cruzado al que están confrontando
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