Respecto a una nota publicada el día de ayer por Elizabeth Velasco, al inicio de la sección Capital, escribe:
En cada momento apoyaban lo expuesto en el documento los arzobispos (...) y el pastor Arturo Farela, presidente de la Co(n)fraternidad (Nacional) de Iglesias Cristianas Evangélicas, entre otros...
Preciso que:
Sí fui invitado a la homilía del pasado domingo que se aduce.
Decliné la invitación. No asistí.
Desconozco quién y con qué propósito difundió a la prensa que asistí a la homilía, y que supuestamente hago mío el contenido del documento que se leyó. La Jornada lo sostiene.
Las declaraciones que he efectuado a la prensa en días recientes han sido con el propósito exclusivo de exponer la postura de la Confraternice (Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas), y cuidando los límites legales relativos a la laicidad –pues no queremos un Estado confesional–, hemos actuado también jurídicamente en consecuencia.
Si bien convergemos con otras iglesias en nuestra preocupación por las reformas que avalan el matrimonio homosexual y les permiten la adopción, también es cierto que tanto el contenido de nuestros argumentos y las maneras de rechazar esas reformas son distintas.
Para decir con más claridad, no se trata de apoyar al cardenal Norberto Rivera, a quien respetamos, sino de externar nuestra posición cristiana evangélica, causa principal por la que no asistí a la homilía del pasado domingo a que hago referencia.
Pastor Arturo Farela Gutiérrez, presidente nacional e internacional de Confraternice
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