La orientación sexual no es tema religioso, sino biológico, señalan ante postura de la CEM
La Iglesia católica, sin autoridad para hacer recomendaciones cuando no ha frenado a curas pederastas
Jueves 21 de enero de 2010, p. 32
Ante el llamado de la jerarquía católica para que los homosexuales dominen sus instintos y pasiones
, expertos en relaciones Estado-Iglesia, sociólogos, sexólogos y activistas afirmaron que esta convocatoria representa no sólo una derrota cultural
, sino una posición aberrante y arcaica
, pues la orientación sexual de una persona no es un tema religioso o moral, sino biológico, por lo que consideraron claramente homofóbicas
las declaraciones de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
Desde hace varias décadas –enfatizaron–, para la sicología moderna el concepto científico de normalidad es meramente estadístico, por lo que se asume que una mayoría de la población tiene orientación heterosexual sin que implique un parámetro de lo que podemos consi- derar normal”.
Agregaron que antes de pedir dominio de pasiones a los homosexuales y dar recomendaciones retrógradas, inspiradas en prejuicios culturales, la Iglesia católica debe realizar un autoexamen y revisar su situación interna en cuanto a moral sexual, homosexualidad y heterosexualidad
.
Denunciaron que los argumentos del clero contra las personas con orientación distinta a la heterosexual y las uniones entre personas del mismo sexo son de un naturalismo barato. Detrás de esta idea está la concepción de que el hombre es un animal, un ser natural, y descartan al ser social
.
Manuel Canto Chac, profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco y experto en temas religiosos, afirmó que la Iglesia no tiene autoridad moral ni cultural, ni argumentos válidos
para recomendar dominio de pasiones e instintos, cuando no ha logrado frenar y sancionar las inclinaciones “antisociales y anticívicas, como es la pederastia, en que han incurrido algunos de sus miembros.
David Alberto Murillo, presidente de Amigos contra el sida, destacó que la orientación sexual es un tema biológico, pues no es algo que se pueda cambiar, como tampoco es posible hacerlo con el color de los ojos
.
José Ángel Aguilar Gil, presidente de Democracia y sexualidad (Demysex), planteó que ya se ha hecho costumbre en la jerarquía católica utilizar términos como el de Estado laico y respeto a derechos humanos, o con base en la ciencia
para manipular la información y más bien, tergiversar la realidad.
Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis de México, precisó que lo que recomienda la Iglesia, sólo a los gays católicos, es castidad, abstinencia sexual
, pues lo que condena este credo no es la condición de homosexual, sino el ejercicio de esa orientación.
Al respecto, Manuel González Navarro, ex presidente de la Asociación Mexicana de Sicología Social y profesor-investigador de la UAM-Iztapalapa, afirmó que convocar a la autorre- presión de la orientación sexual “nos llevaría a un efecto boomerang, donde lo que que queremos reprimir aparece con mayor fuerza como resultado de una estrategia de contención”.
Hugo José Suárez, catedrático del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, consideró ilógico y estúpido
el llamado de la jerarquía católica, y aseguró que la sociedad existe porque hay control de los instintos, lo que se traduce en normas, de lo contrario –señaló, mataríamos, fornicaríamos o robaríamos en todo momento.
El sociólogo de la religión explicó que toda actividad humana, incluido el sexo, se construye y ejerce a partir de las relaciones sociales. Sin duda, la determinación sexual es genética, natural, pero el uso de ésta lo construye socialmente cada individuo
.
En tanto, integrantes del frente impulsor de las reformas en la capital del país que permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo, reprobaron la convocatoria homofóbica
de la Iglesia católica y advirtieron que no retirarán la denuncia de hechos por actos de discriminación interpuesta contra el cardenal Norberto Rivera Carrera, porque somos los directamente agraviados
, dijo.
hacer valer nuestros derechos y, si prospera, que venga una conciliación (con los jerarcas religiosos) y puedan entender la magnitud del daño que ocasionan a toda la sociedad las expresiones de discriminación que han emitido, pues enfatizó que la jerarquía católica no puede estar por encima de la ley
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