Al asumir el cargo ofrece una revisión integral del marco normativo y operacional de la comisión
Miércoles 18 de noviembre de 2009, p. 15
Raúl Plascencia Villanueva asumió ayer la presidencia de la Comisión Nacional de los derechos Humanos (CNDH). Como uno de sus primeros actos al frente del organismo anunció el establecimiento de la Unidad Especial de Atención a Víctimas del Delito de Secuestro.
En un acto privado, subrayó que su principal objetivo será potenciar a la CNDH como organismo dinámico, abierto al diálogo y al trabajo conjunto, cercano a las personas y a las organizaciones de la sociedad civil
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Asimismo, dio a conocer a su equipo de colaboradores, entre quienes estarán Luis García López Guerrero, Luciano Silva, Daniel Romero, Teresa Paniagua y Fernando Batista, como primero, segundo, tercero, cuarto y quinto vistadores, respectivamente. En la secretaría ejecutiva nombró a Luis Ortiz Monasterio; en la oficialía mayor, a Malcolm Alfredo Hemmer Muñoz; en la coordinación de Comunicación y Proyectos, a Arturo Zárate Vite; en la dirección general de quejas y orientación, a Máximo Carvajal Contreras; en la dirección jurídica, a Javier Sepúlveda; en información automatizada estará Ángel Efraín Pedroza Navarro y en la dirección de planeación y análisis, Gerardo Gil Valdivia.
Señaló que el secuestro es un delito que no sólo vulnera la dignidad del individuo afectado, sino de la sociedad en su conjunto, por lo que se creó la nueva unidad que atenderá a las víctimas, cuyo objetivo será trabajar en estrecha colaboración con las organizaciones de la sociedad civil y con las instituciones públicas y privadas comprometidas con el tema, para consolidarse como espacio importante para la atención, apoyo y defensa de los derechos de las víctimas
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Ante integrantes del Consejo Consultivo, ombudsman estatales y su antecesor, José Luis Soberanes, Plascencia Villanueva prometió construir una nueva visión de la CNDH orientada al impulso de acciones más agresivas
y decididas, para lo cual –dijo– se necesita un adelanto permanente en materia de protección y defensa de los derechos humanos y del planteamiento constante de reformas legales y estructurales necesarias para garantizar su pleno respeto.
El nuevo ombudsman nacional señaló que su visión es consolidar la CNDH como un organismo que no está opuesto a los objetivos del Estado; por el contrario, complementa sus fines y contribuye al cumplimiento de sus deberes. La meta es consolidar el proyecto de nación libre y democrática establecido en la Constitución, guiados por el respeto a los derechos humanos de todos los mexicanos
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Indicó que en sus primeros 100 días de administración se desarrollarán acciones tendentes a modernizar la labor social del organismo, relacionadas con la transparencia en el trabajo, reingeniería interna, trabajo cercano a la gente y atención oportuna.
Además ofreció que promoverá una revisión integral y constructiva del marco normativo y operacional, para garantizar la eficacia en el cumplimiento de sus atribuciones, y se impulsará la carta de deberes de las personas, con el objetivo de fortalecer el cumplimiento irrestricto de la ley.
Agregó que buscará la colaboración de distintos órganos del Poder Legislativo para superar la problemática que impide la armonización legislativa, y reforzará la presencia internacional de la CNDH. En cuanto a la tendencia de autoridades a no aceptar las recomendaciones, dijo que impulsará una reforma legal para que estén obligadas a acatarlas y, en caso de no hacerlo, enfrenten algún tipo de responsabilidad
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