El fiscal de Homicidios de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, Alfredo Díaz Escobar, indicó que la dependencia investiga las llamadas telefónicas que presuntamente realizaron las sexoservidoras identificadas como La Tía y La Gorda desde uno de los celulares robados a los luchadores La Parkita y Espectrito Jr el día que fueron asesinados.
“Éste es un asunto que estamos trabajando con la policía cibernética. Algunas llamadas (fueron) realizadas aquí y algunas otras en otros estados, por eso es que estamos ampliando el área de investigación”, expresó. Y aunque dijo que por el momento no se sabe cuántas llamadas pudieron haber realizado desde el celular, refirió que ya analizan algunos números telefónicos.
Agregó que la policía cibernética continúa con el análisis de la edición del video de las cámara de seguridad del hotel donde fueron asesinados los luchadores presuntamente por las trabajadoras sexuales señaladas, ya que, agregó, el personal del negocio trató de editar el rostro de las personas para evitar que fueran reconocidas. “Se pretendió ocultar cuando ellas llegan, que es en lo que nosotros estamos trabajando.”
Ante estos hechos señaló que dos personas más que se desempeñaban como botelleros en la Plaza de Garibaldi ya se presentaron a declarar a la procuraduría capitalina; también acudieron el capitán, meseros y el gerente de uno de los bares donde los luchadores asistieron antes de encontrarse con La Gorda y La Tía.
Por el momento se encuentran arraigadas tres personas: las dos mujeres que trabajan en el hotel Moderno, en el Centro Histórico, y Francisco Vázquez, botellero que operaba en Garibaldi, quien se presume que conoce a la persona que presentó a las trabajadoras sexuales con los luchadores, ya que, de acuerdo con el fiscal de Homicidios, siguen aportando datos para dar con las responsables.
“Éste es un asunto que estamos trabajando con la policía cibernética. Algunas llamadas (fueron) realizadas aquí y algunas otras en otros estados, por eso es que estamos ampliando el área de investigación”, expresó. Y aunque dijo que por el momento no se sabe cuántas llamadas pudieron haber realizado desde el celular, refirió que ya analizan algunos números telefónicos.
Agregó que la policía cibernética continúa con el análisis de la edición del video de las cámara de seguridad del hotel donde fueron asesinados los luchadores presuntamente por las trabajadoras sexuales señaladas, ya que, agregó, el personal del negocio trató de editar el rostro de las personas para evitar que fueran reconocidas. “Se pretendió ocultar cuando ellas llegan, que es en lo que nosotros estamos trabajando.”
Ante estos hechos señaló que dos personas más que se desempeñaban como botelleros en la Plaza de Garibaldi ya se presentaron a declarar a la procuraduría capitalina; también acudieron el capitán, meseros y el gerente de uno de los bares donde los luchadores asistieron antes de encontrarse con La Gorda y La Tía.
Por el momento se encuentran arraigadas tres personas: las dos mujeres que trabajan en el hotel Moderno, en el Centro Histórico, y Francisco Vázquez, botellero que operaba en Garibaldi, quien se presume que conoce a la persona que presentó a las trabajadoras sexuales con los luchadores, ya que, de acuerdo con el fiscal de Homicidios, siguen aportando datos para dar con las responsables.
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